El hilo permanece siempre atado, a pesar del tiempo y la distancia.
No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa que pases mucho tiempo sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo viene contigo desde tu nacimiento y te acompañará, más o menos tenso, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario