jueves, 18 de abril de 2013

Ella y yo.

Olía a canela.. y su alma estaba ahi
me rondaba la espalda me susurraba:
porque estas aqui?
Tantos años, tanta infancia, lugar donde crecí
con la abuela por los rincones
y Don Jesús leyendo siempre, siempre así.
Tanta cultura quieta, tanta vida.. y así morir.
Que la muerte nos rondaba me decía
que estaba tan presente, siempre en mi,
hoy me hablo desde el hombro izquierdo,
me dijo tiernamente no te alejes.. sigo aquí.
Esta muerte siempre tan segura, 
tan fría, tan cruel al seguirme, recordarme que esta ahi.
Así con el hilo del frió por mi espalda
y la piel de gallina me quise dejar seducir,
que me lleve y me aplaque estas ganas
que me abrace como antaño hasta dormir.
Siempre tan coqueta la muerte,
tan solo queriéndome amar suavemente 
recordándome que soy tan suya, como fui de ti.

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