El calor le atormenta y a ratos raya en la locura
de esa que te instala en la ansiedad de besar, acariciar sin premura,
he aquí lo malo de ser tan uno, abierta, y expresiva.
Le ha dicho en silencio que le ama, que le extraña,
y el le ha contestado que nada le consuela tanta canallada
el viento es su testigo, su cómplice por así decirlo.
Las noches largas van desapareciendo
y los dedos míos teclean una historia
que a veces de las mentiras despojo.
La cordura es nada y la verdad lo es todo,
miente mas el que engaña y finge amar cuando
se ha acabado todo.
Que el calor no agobia, es tan solo un momento rojo,
de sudor anhelado y caricia húmeda
que entre recuerdos se asienta
cuando te miro me miras y somos un todo.
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