Encadenada, con las muñecas sangradas
caía lentamente y directo al infierno
cual esclava lastimada.
Se volvió hacia dentro y vio ...
A punto estuvo de besar al diablo
pero desde sus oscuras entrañas ella
suavemente regresó.
Ángel o demonio
nadie podrá saber
pues aunque alas rojas lleve
besa dulce como el amanecer.
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